Mi habitación.
Desde siempre mi cuarto ha sido un fiel reflejo de mi refugio deseado, me pasaba tantas horas encerrada entre sus cuatro pareces
De niña tenia una habitación muy grande, con un armario enorme con puertas de madera. Mi cama estaba al lado de la ventana, y cada noche, me dormía mirando la estrella polar, que yo entonces no sabia como se llamaba, lo único que sabia, es que estaba allí siempre para darme las buenas noches. De pequeña me sentía muy sola, solo tenia una amiga y para nada era como yo, asi que me pasaba las horas muertas en mi cuarto, pero aún así, sentía que no era mío. Hay días que no podía parar de llorar, me sentía tan triste, tan sola, como le puedes explicar a una niña de 8 años lo que es la soledad? Los niños jamás se deberían sentir solos. De ahí aprendí a desaparecer, a veces mi madre me obligaba a salir de casa para relacionarme, y yo no quería, asi que llegaba de clase, me encerraba en mi habitación, y cuando oía que llegaba mi madre a casa, me encerraba en el armario, ella gritaba mi nombre, pero yo no contestaba, allí estaba, acurrucada en un rincón del armario como si fuera capaz de desaparecer de la faz de la tierra por un momento. Otras veces, me escondía debajo de la cama, mi madre venia a mi cuarto ha hacer cosas, y yo veía como andaba, todavía lo recuerdo, mientras que yo, acurrucada en la alfombra, guardaba un silencio casi sepulcral. Me sentía tan sola como ahora, en otro cuarto, con otro armario, con otra cama. Pero ya no hay estrella que me de las buenas noches
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Kike -