Como hiedra que ahoga....

Hay veces que te la guardas en el bolsillo, es una carta con la que no te gusta jugar, la vida sé que es más que esto, pero a veces no me quedan mas cartas que la que tímidamente te asoma en mi pantalón. Es una necesidad que voy dejando atrás desde hace muchos meses, necesidad a la que doy la espalda para no dejarme caer en sus garras, pero ya es tarde, me quede dormida debajo de este árbol que tanto prometía tranquilidad y mientras descansaba, una soga me rodeo el cuello, me ato las manos, y ahora sufro porque las fuerzas se me agotaron en el viaje y no me queda nada para poder luchar. Y mientras, aquí tirada viendo como pasa la vida, contemplo las estrellas que tanto ansiaba volver a verlas... Escucho una melodía lejana que me habla de esperanza y fuerza, de una meta, de una historia, de un futuro, y yo cierro los ojos y puedo verla en mi mente, mientras que unas lagrimas alimentan el árbol que me ahoga con sus brazos, crece aun más ese deseo del que tanto muero, y algo en mi mente me repite insistente, volverá la mañana...