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Viaje a las entrañas

Rosa hecha de lagrimas

Rosa hecha de lagrimas Esta amaneciendo, el sol asoma entre los resquicios de la persiana, hace una hora que se quedó dormido, yo no he podido pegar ojo, el corazón me hablaba de sueños, de vidas pasadas, de dolores ya marchitos, de miedos. Aún puedo oír el sonido del mar y el tintineo de las estrellas que me abrazaron anoche, sentir como la arena acariciaba mis pies doloridos, como la brisa susurraba mi nombre, y sus brazos rogaban desesperados que no me separara. Aún ahora que duerme puedo seguir oyendo el latido de su corazón, como se le llena de vida cuando yo estoy cerca, y el mio? Porque llora cuando lo acarician?, hay un camino muy largo hacia mi, es recóndito y enramado, pero ahí dentro, luce una vida soñada, amada, un conjunto de colores que para algunos solo será quimera perseguida. Hace frio... supongo que ya empiezo a notar la ausencia, él duerme sumido en un sueño de esperanzas que inexorablemente marchitaran. Me da miedo la partida, pero más miedo aún me da verle despertar a mi lado y sentir como su alma me abraza y sus ojos me ven, porque entonces jamás podré irme. Anoche... por un momento me sentí frágil cuando me miro a los ojos y me dijo que me quería, cuando fundió la noche con un abrazo y acariciaba una piel que no estoy segura que fuera mía porque aún arde cada poro. Observo como duerme, parece un ángel feliz ajeno al Apocalipsis de un sueño tan anhelado, lo siento, el miedo recorre un cuerpo que se funde etéreo, solo un sueño soy, un recuerdo que guardara en su corazón el resto de su vida, un recuerdo dulce con el amargo de la ausencia, un vació en la cama al despertar con lagrimas en la almohada. Un grito sordo cada noche ante el mar que nos vio nacer, unas huellas en la arena, una caricia al viento, un corazón herido, un sueño y la esperanza de una vida que quiso, pero no pudo ser. Lagrimas corren por unas mejillas heladas y por un corazón que arde dudando de una existencia con fin tan amargo. Le acaricio con una mirada triste y con el anhelo a una vida, pero no puedes ser débil, tu naciste para esto, para ser solo un sueño, una esperanza, tu vida no esta aquí, tienes que marchar. Bajo la cabeza lamentando el triste desenlace, le susurro un te quiero, y una lagrima cae de sus mejillas. Duerme, seguiré en tus sueños mientras me dejes, le susurro mientras le dejo una rosa hecha de lagrimas en la almohada, con paso tembloroso me alejo de la cama, no dejan de brotar lagrimas de mis ojos e imagino gritando su nombre para que se despertara y no me dejara marchar, pero no puedo... y me alejo. Abro la puerta, el sol ya casi salió del todo. Cierro la puerta. Te quiero digo bajando la cabeza. Una lagrima cae de mis ojos, por mis mejillas... cierro los ojos... y solo quedan cenizas que se alejan con el viento.

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