Siempre he pensado que la creencia en el destino es como la creencia en la religión. Es una manera que el propio ser humano inventa y desarrolla para poder hacer frente a su miedo a lo incierto, a lo inseguro, al futuro. Sólo nosotros somos los encargados de forjarlo y llevarlo a cimas exitosas con nuestro esfuerzo y nuestras decisiones
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Nell -
Kike -