Siempre he dicho que mi cuerpo es demasiado limitado para lo que yo escondo dentro, siento las cosas demasiado intensamente y a veces creo que no voy a poder aguantar tanta emoción. A veces por mis venas recorren mares de sentimientos que se intentan dar formas con palabras, pero es inútil, son demasiado grandes para encerrarlas en una cajita diminuta. Es como cuando estas enamorado, que por mucho que digas te quiero jamás podrás expresar todo lo que tu corazón grita con tal fuerza, y terminas abrazando a tu pareja y llorando como un niño porque sientes que explotas, que el amor recorre esas venas, salen por tus palabras, por tus abrazos, y por tus lagrimas y una unión de energías fluyen entre él y tu, y eres realmente feliz sintiendo tu corazón en su pecho. Pues a mi no solo me pasa cuando estoy enamorada. Cada día, siento la vida que recorre todo mi cuerpo, siento que si quisiera, podría oir el susurro del viento chocando con las nubes. Siento la intensidad del sol y como se llena de energía mi cuerpo, siento como llora a veces la luna, como millones de personas añoran las estrellas cada noche, siento cada palabra que leo, cada suspiro que oigo, cada grito, cada lagrima que asoma de sus mejillas, siento que algo me arde dentro, como la vida nace en mi estomago, como cada día me enseña un camino que yo no puedo seguir, como tengo que verla todos los días marchar. Y yo no quiero, no quiero, se sufre demasiado al ver que son tus ojos los únicos que con admiración ven las nubes cada día, que se emocionan como una niña cuando ven la nieve, que lloran de felicidad cuando la naturaleza le regala un amanecer solo para mi. Porque nadie entiende, que cada día amaneces por cada uno de nosotros, y que la vida es algo más que lo que estas haciendo, la vida es sentimiento, dejar fluir lo que de nuestro ser nace a borbotones, saber escucharnos para coger el camino correcto, no olvidarse de que dentro de cada uno, habita alguien pequeño pero muy especial, que es capaz de vivir sin más, Vivir, una palabra demasiado grande para una boca tan pequeña como la mía.
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Kike -