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Viaje a las entrañas

Angel de alas rotas

Rescatado de los recuerdos....

Hasta donde he llegado.... vendiendo sentimientos como quien vende en un mercado.... "Señoras, de buena calidad, poesías de amor, recien traidas de canarias, o si lo prefieren, para los más atrevidos, palabras sangrantes para noches de terrible soledad..." Por dios! hubo un tiempo en el que regalaba palabras, que escribir solo era la puerta para llegar más allá, más allá de lo que nuestros ojos pueden apreciar a primera vista. Recuerdo, que los días más claros, de mayor inspiación, lograba ver el aterdecer dentro de mi, con toda la magía que el mundo real no puede plasmar, que el hombre, con todos sus quehaceres y prisas, se olvidó de apreciar. Pero, como ves mi querida amiga, en este mundo tan supuestamente avanzado, no hay sitio para un pobre soñador, y aquí estoy, bajo una manta vieja y rota, pidiendo.. suplicando a la gente, que me dé unas monedas a cambio de sentimientos que se mueren. Contestame querida amiga, la hipersensibilidad es una enfermedad? según los expertos no, pero yo aún lo dudo, en el mundo en que vivimos, "sentir" ya es una desgracia, es causa de burlas y por ello solo, ya te llaman loco... si, es una gran enfermedad sentir demasiado en esta ciudad inhospita. Yo una vez, hace tiempo, conocía a alguien que es digno de admirar, uno de los personajes más peculiares que he tenido el placer de conocer. Él era... UN ANGEL DE ALAS ROTAS. De pequeño no fue muy normal, sentía hasta jugando, sonreía y daba gracias al cielo por poder contemplar cada día, a cada intante, el sol iluminando los millones de colores de sus montañas. Sentía la brisa recorriendo sus venas, y cada noche, y sin poder evitarlo, derramaba lagrimas de alegría al divisar en el cielo, millones de lucecitas, que según él, eran almas de poetas que estaban allí para darnos fuerzas. Si, ya desde pequeño las letras fue su unico medio de expresión, creaba mundos en los que la gente, eran como él, le escuchaban, hablaban juntos, jugaban, en su mundo nadie le trataba mal, ni los niños se burlaban de él llamandole loco, allí todo era diferente, la gente sentía. Él veía las cosas con otro cristal, con el cristal con el que deberíamos mirar, era pura energía que desbordada intentaba llenar a otras personas pero, solo decepción encontraba cuando lo intentaba. Se sentía solo, con una intensidad tan inusitada que creía morir, se ahogaba, temblaba, se sentía caer en un oscuro abismo, e intentaba gritar pero de su boca no salía ni una sola palabra. Es el precio que hay que pagar por sentir, "si quieres conseguir las estrellas, mentalizate.... estaras solo", ójala lo huviera sabido. pero todas sus desilusiones eran recompensadas por pequeñas alegrías, solo tenía que salir de su pequeño pueblo, adentrarse en el monte... y volvía a estar en su mundo, hasta que un día se lo arrebataron. Un traslado, a la gran ciudad, "hay que adentrarse a la vida moderna" le decían sus padres, "seguro que te gustara"... cuanto se equivocaban. Los grandes edificios amenazaban con tragarle, el aire estaba caliente, le costaba respirar, la gente... sus ojos estaban vacios, sus miradas perdida, sentimientos de odio le golpeaban el pecho, celos, envidias... bocas calladas, labios inmutables, todo oscuridad, corazones muertos, sueños roto, ilusiones perdidas... ¿dónde estaba la vida? solo una lagrima, solo una broto de sus tristes ojos, solo una bastó para que muriera, para que se quebrara en mil pedazos su fragil corazón. "Mama, desde aquí no se ven las estrellas", "sh!, que te pondras peor, descansa, duermete", y soñó que volaba, surcaba los cielos de sus montañas, volaba siguiendo el rio, sentía el aire golpeando su cara, las gotas de lluvia resbalando por su piel,las estrellas eran solo pequeñas lucecitas en un manto negro en el cual se sentía suspendido, volvía a vivir, volvía a sentir. Abrio sus ojos lloros en busca de algo pero... solo encontró paredes, volvio a dormirse...

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