Blogia
Viaje a las entrañas

Ese yo que juega con mi vida

Ese yo que juega con mi vida Resulta curioso como a veces nos complicamos la vida, nosotros mismos nos hundimos, te descuidas un poco, te dejas llevar por tus emociones y hasta te puedes crear una enfermedad grave, un cáncer, ya que parece que no tienes el valor de suicidarte, te matas por dentro que es peor, es bastante curioso, porque ninguno está exento de esto, hasta el que menos, se ha dejado llevar por ese otro yo vagete y ha terminado en medio de una cuneta, o con la vida patas abajo. No nos damos cuenta pero no solo tenemos que trabajar para comer, o estudiar para ser algo, no, todos los días tenemos que luchar contra nosotros mismos para no caer en la tentación de dejarse llevar por las masas, por la comodidad, etc. Todos los días tenemos que intentar ser mejor personas, no hacer daño a la gente que nos rodea, andar por el camino que debemos, no defraudar a mama ni a papa, y lo peor, no defraudarte a ti mismo, y eso como se hace? No creas, es bastante complicado, y aún más cuando por un golpe del destino tienes que empezar tu vida desde –10, volver a aprender andar sola, a acostumbrarte a esta soledad, que es tú peor compañera, porque gracias a ella, muchas veces sucumbimos a la mediocridad, nos dejamos llevar por la marea y terminamos en una playa que no conocemos, con gente extraña, y ahí es cuando nos damos cuenta de que estamos realmente solos. Es difícil decirte cada día que puedes vivir sola, que no necesitas que nadie te escuche, ni a nadie que te abrace, es difícil decírtelo porque no te lo crees, y sabes que no es verdad, pero lo intentas, porque no puedes ir en busca de alguien que te entienda, y más cuando eres un “poquitin” complicada, no puedes ir buscando abrazos, desgraciadamente, no se buscan, se encuentran.

Y está es la guerra de todos los días, una guerra casi a muerte en la que luchan mis dos yos, y a veces gana uno, y a veces gana otro, a veces, estoy demasiado cansada para luchar, cansada para mirar al sol, cansada de intentar vivir, pero hay otras veces, aunque no tanta como quisiera, que tengo ganas de hacer cosas, volar, intentarlo, vamos, vivir, y le doy gracias a mi atila interior por seguir intentándolo todos los días, sé que ganaremos, la guerra es nuestra...

A veces, tenemos que tener cuidado, mucho cuidado que con tanta lucha interior, es probable que nos volvamos locos, no podemos adaptarnos a todos, es inevitable hacer daño, estar en desacuerdo, o sentirte solo en la multitud, sigue tu instinto, no suele equivocarse, si lo hace, es que tenías que equivocarte, hay veces que tenemos que tropezar para aprender a levantarnos. Esto es solo un camino, no un destino, nos pasaremos toda la vida caminando, no hagas de tu vida un tormento.

0 comentarios