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Viaje a las entrañas

te puedo abrazar yo mientras

Con la mirada perdida pensando en quien sabe que momento de su vida, suspira con cierto sabor a melancolía. Mira el ordenador sin saber exactamente porqué, la solución no va a venir de unas palabras extrañas de alguien que llora a miles de kilómetros de ti. Siente el sol asomarse por la ventana que le invita a sonreír, pero ella no quiere, hoy solo le apetece llorar una ausencia que existe desde que nació. Siente como su corazón llama a gritos y nadie es capaz de escucharle, ni una mínima parte siquiera, y bajando la cabeza intenta acariciarlo con palabras doloridas. Se descubre tapándose la cara y llorando, con un gesto de rabia golpea la mesa como si el dolor causado en la mano fuera a paliar el que siente por dentro. Se muerde el labio mientras que se seca las lagrimas con las mangas del Jérsey, no puede ser, susurra en el silencio de la habitación, se levanta, olvidándose de sus múltiples dolores coge la chaqueta y cierra la puerta de casa con fuerza. “No puede ser” se repite en su cabeza mientras que corre por unas calles que siempre le han resultado extrañas, vacías, demasiado tristes para albergar sus pasos. Corre sin saber a donde se dirige, corre cada vez mas rápido y mientras sus lagrimas se deslizan con su cara oye unas palabras sin sentido en su cabeza. Llega a un parque, se tumba en el césped bocabajo sintiendo que cada músculo de su cuerpo va a estallar, sintiendo que el corazón le duele un poco menos, que ya no llora, y que la tristeza pareció dejarla atrás en la carrera. El sol le vuelve a invitar a sonreír, ella, sonríe con gesto de resignación, y el viento le susurra... Te puedo abrazar yo hasta que venga quien esperas...

2 comentarios

Nell -

Gracias, solo es lo que siento...

LEILA -

FELICIDADES ME HA GUSTADO MUCHO,A MAS DE UNA PERSONA YA NOS GUSTARIA QUE AUNQUE FUERA EL VIENTO QUIEN NOS ABRAZARA