Madre.
Lo siento, a veces me atormenta mi naturaleza, de tu vientre nacimos, nos creaste y sin salir aún fuimos devorando tus entrañas, sin piedad, solo el instinto animal hacia mecha en nosotros, y tú, con pálida sonrisa solo decías que éramos niños, que no éramos conscientes, y nos acunabas mientras dormíamos sabiendo que el mañana llegaría, y seguiríamos devorando cada pedacito de ti. Nos regalaste tantos abrazos, tantas maravillas, tanto amor... Lloraste tantas veces a escondidas, tus gritos en silencio ahora me atormentan, no fui consciente de que cada día ibas muriendo, que ni siquiera abrías la boca para quejarte mientras que nosotros ibas apagando tu vida. Lo siento, una angustia terrible me atormenta, cuando te veo allí, casi sin vida, pegando tus ultimas bocanadas de aire, llorando sangre, y nada tengo que ofrecerte ya, nada puedo darte salvo unas lagrimas sinceras por haber sido participe de tu asesinato, haber contribuido cada día con un grano de arena a que tu existencia fuera aún más dolorosa, lo siento. Siento mi naturaleza, siento que sea tarde, siento seguir pisando tus entrañas, aun con mis pies doloridos de buscarte, de clamarte, de acariciar una pequeña parte de tu inmensidad, siento haber despertado demasiado tarde, siento no poder hacer ver a mis hermanos, lo siento, porque amarte no fue suficiente, llorarte, sentir cada regalo que me ofrecías, y ahora solo caen lagrimas sin sentido por mis ojos, cuando ya es tarde. Lo siento. ------Y ahora lloro mientras contemplo las maravillas que eres capaz de ofrecernos mientras agonizas------
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GreGori -
Nell -
evam -