Muerto igualmente...

“”¿Cuantas veces puede hundirse un hombre antes de morir? Cuantas veces habremos muerto sin darnos cuenta... andando por la calle como quien vaga por un país extraño, vació e inexistente en realidad. Cuantas veces te habrás despertado de un letargo interminable y has sentido que ardías por dentro, cuantas veces habrás deseado correr y dejar este mundo absurdo, esta cuidad vacía y comenzar a vivir... pero que inútil resulta el intento cuando a medida que te alejas sus bazos te abrazan como hiedra y te desgarra las entrañas... Ya es parte de ti... ya has comenzado a morir. ¿Como se aprende a vivir con esta desesperación? Sin estar muerto pero tampoco vivo. ¿Como? ¿Como se puede sentir pero no lo suficiente como para poder definirte como”persona”? te queda la suficiente conciencia como para darte cuenta de que no eres nadie, mejor que ellos pero... muerto igualmente...””

Esto lo escribí hace ya casi 9 meses, si, estaba muy muy perdida, pero las ostias que te propina la vida hace que caigas tan hondo, que ya es inevitable subir, subir o morir, difícil elección en esos momentos, pero elegí la adecuada, la más difícil, y aún ahora estoy saliendo del bache que casi me quita la vida, no sé contra quien lucho, no sé su nombre, ni que cara tiene, y si tiene cara en realidad, pero me hace las cosas muy difíciles, solo le pediría que suelte un poco la soga de mi cuello, a veces me ahogo.

Un abrazos a todos que tengas esa soga al cuello... duele, pero peor sería estar muerto...