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Viaje a las entrañas

No llueve eternamente

Cuantas veces habremos pensado que esto no terminaba nunca, que parecía interminable, que jamás volveríamos a sonreír… cuantas veces nos hemos dejado vencer por el desaliento, por en cansancio, por esa falta de fuerzas, de esperanzas. Cuantas veces habremos derramado lagrimas porque no paraba de llover, porque por mucho que mirásemos por la ventana, parecía que no se distinguía el sol por ninguna parte, porque por la noche, nos faltaban las estrellas. Más de una vez me quede dormida llorando, abrazando la almohada y soñando con una nueva vida, con un nuevo despertar, o con no despertar nunca. Cuantas veces te sentaste en medio del camino y dijiste “no puedo más y aquí me quedo” y otro día, sin saber como ni porqué, emprendiste otra vez tu viaje. Se ha sufrido mucho, tanto, que te hervían las entrañas, que te quemaba cada lagrima derramada inútilmente por algo o por alguien, cuando intentabas agarrar una mano amiga y no estaba, cuando necesitabas esos abrazos ya olvidados, cuando quisiste morir, cuando pedías a dios cada noche que no te despertara al día siguiente, porque cobarde de ti no tenias el valor de arrancarte el corazón. Tanta oscuridad. Es fácil decir que hay esperanzas, que mañana saldrá el sol, pero para quien está dentro de ese circulo vicioso, es imposible pensar que mañana abra sol, es imposible pensar que volverá a sonreír, solo podría ofrecerle un abrazo, en esos momentos, solo necesitas eso, y una mano, lo sé, porque a veces, aunque ya las que menos, vuelve a llover dentro de mi. Compañero, seas quien seas, vivas donde vivas, mírame a los ojos, dentro de mi hay esperanza, abrázame, yo te daré luz en esa oscuridad helada, toma mi mano… te enseñare a sonreír.

3 comentarios

Caronte -

Hay un desierto. La gente solo es humo. Y en ese desierto hay cuatro locos que lo pasan demasiado mal para verse entre sí.
Cuando lloras, otras lagrimas caen con las tuyas.
Nivlees, distancia y dimensiones diferentes... Pero no es acaso un desierto, y no son cuatro los locos que se necesitan?
O es el desierto un laberinto de cristal? Porque cuando ves a los otros locos, algo te impide ayudarlos...
Al menos cabe saber que cuando gritamos hoy otra persona gritando al otro lado.
Y ese otro lado está donde sea.

Nell -

Soy así, sin más, que reine tu corazón y no tu cabeza, recuerdas?
Ojala tu tb puedas siempre...

Alvaro -

Asi me gusta que hablen las personas, con el corazón y no con la cabeza. En el justo medio, contemplando la situación desde el lugar que tiene alguien que sufre y disfruta con la vida.

Un beso Nell, Suerte!!