Blogia
Viaje a las entrañas

Lagrima II

Es triste darse cuenta de cosas, tantas horas solas sin hacer nada te dan por pensar. tú vida, nada comparado con lo que has soñado siempre, nunca quise estar sola, cuando tenia 17 años pensaba quedarme en casa hasta que saliera para vivir con el chico que compartiría el resto de mi vida. Desde que me fui a los 19 porque ya no podía más, creo que no he dejado de sentirme sola, bueno, salvo ese año y medio, bueno, un poco menos en realidad. Me duele pensar que llego a casa y no hay nada, un gato que necesita tanto los mimos como yo, un ordenador que me demuestra lo sola que estoy, porque es casi lo primero que hago cuando entro, mirar a ver si hay alguien con quien hablar, o un email inesperado que me haga sonreír. Ya no me duele tanto llegar a casa y que no haya nada, supongo que ya me he acostumbrado a eso, pero estoy en medio de nada, no vivo sola ni vivo acompañada, hay dos personas en casa que bien podrían definirse como desconocidas, aunque una de ellas sea mi hermano. Llego a casa y no tengo a nadie a quien contar mi vida, no puedo hablar de nada con nadie, no puedo llorar en brazos de nadie, no puedo gritar y que alguien me oiga, no puedo hacer nada salvo ser conciente que no hay nada ni nadie a mi lado. Quiero vivir sola, necesito una casa para mi, una vida para mi, tener la sensación de que me levanto cada día, lucho al salir a la calle, en los estudios, en el trabajo, necesito saber que esto sirve para algo, que todos estos sacrificios me dan algo, porque esto me esta matando, el no tener una vida a la que agarrarme, y llegar a casa, a mi habitación, y sentirme atrapada, ahogada, porque todo se resume en estas cuatro paredes, mis libros, mi ordenador, mi gato, la nada... Esa soy yo, buscando vida por cada esquina para saber que al fin y al cabo merece la pena.

1 comentario

Álvaro -

Un abrazo fuerte fuerte fuerte... Aunque sea sólo un dia a la semana yo te doy abrazos de verdad.

Un besote