Poder abrazarlos, secar unas lagrimas amargas que brotaron por estar demasiado triste, por necesitar un abrazo de un corazón amigo, de una ilusión, de un sueño. Hay veces, que en verano hay largas noches de tormenta que nos recuerdan una sonrisa extinguida, un brillo que se apaga para volver a renacer mañana. Hay veces que los sueños son los que nos ayudan a seguir caminando, y por fin, he vuelto a soñar, a veces hasta sonreír duele, cuando no hay ojos que puedan mirarte más que los tuyos reflejados en un transparente cristal. Hay un línea muy fina entre la sonrisa y la tristeza, a veces hasta caminan de la mano, como fieles amigos, mis fieles amigos, que darían la vida porque mi mano fuera cogida de otro corazón.
2 comentarios
Judith... -
Soñar... Es todavía mejor que vivir. Te llena, es inexplicable.
Vive soñando y vivirás feliz, con la tristeza y la sonrisa de la mano u odiandose, pero soñando...
Caronte -