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Viaje a las entrañas

Mama, yo quiero ser como los demás...

Anoche soñé que volvía a ser niña, no sé exactamente los años que tenia, unos 6 u 8, solo sé que era feliz. Volví a recordar lo que era vivir, lo que era disfrutar, sonreír, hasta aburrirse, cosa que no hacia muy habitualmente, siempre hay mil cosa interesantes que hacer al cabo del día. Recuerdo cuando en mi pueblo nevaba, y lo bien que me lo pasaba paseando con el perro y haciendo figuras en la nieve yo sola, como con un cartón me tiraba desde la montaña, y algunas veces con tan mala suerte que mi culo pillaba alguna piedra y veía las estrellas. O cuando me iba a hacer deporte todos los días, cuando salía del cole, comía y a jugar al futbol o al baloncesto, o a las dos cosas, tenia fuerza para eso y para más. Recuerdo mis paseos nocturnos, cuando me escapaba de casa y paseaba por las calles que antes eran tan seguras, cuando me subía a los árboles, o cuando tenia amigos y jugábamos al balón prisionero. Ahora miro a mi alrededor, y nada es como yo, nadie se preocupa de su futuro, ni de sus aspiraciones personales, ni se pasa el día currando, y estudiando, y solo para tener una habitación en medio de la nada, y miles de responsabilidades que te obligan a no vivir. Envidia, me gustaría tener una juventud como los demás, desde los 19 estoy en esta situación, si, soy mucho más madura pero, en realidad merece la pena? Yo ya no tengo vuelta atrás, hay que apechugar con las decisiones, no queda otra. Pero eso no quita que esté triste.

1 comentario

Atila* -

Tienes razón, eso no quita que estés triste, ni que te falten las fuerzas ni que a veces deseases mandarlo todo a la mierda.

Al fin y al cabo nosotros somos lo único que tenemos, y si nosotros no merecemos la pena y no estamos orgullosos de lo que hacemos y de hacia dónde va nuestra vida, ¿para qué vivir?