Nada...
Si algo me ha enseñado la vida estos últimos meses, es que nada es para siempre
por mucho que nos intentemos engañar, por mucho que nuestra mente atormentada crea que todo seguirá así eternamente, creeme, no es así. Ni la amistad, ni el amor, ni el tormento, ni la muerte
nada. Cuantas veces han muerto nuestros sueños y han vuelto a nacer otros, cuantas veces salio el sol y se volvió a poner. Siempre nos agarramos a nuestros sueños, a nuestras esperanzas como si nos fuera la vida en ello, como si lo necesitáramos para seguir existiendo, siempre amarrándonos a el futuro, sin darnos cuenta de que el presente se nos escapa de las manos, cuantas veces habremos puesto la excusa de mañana, para volver a empezar, para volver a sonreír, y el mañana nunca llegaba. Cuantas veces habremos jurado amor eterno totalmente seguro, que ponías la mano el en fuego, que jamás lo olvidarías, y ahora
, igual que la amistad, unas personas pasan y otras quedan, y es inútil agarrarse a algo o a alguien, porque después la ostia es más grande, creeme, lo único imprescindible en esta vida eres tú, no lo olvides, tu sombra es la única compañera de viaje que no te dejara, y recuerda, que la soledad, será tu pan de cada día, solo aprende a disfrutar de los pocos momentos que alguien se cruza en tu vida, disfruta del viaje, que aunque difícil, no deja de ser maravilloso, y recuerda, tu eres el único que tienes que vivir contigo, sé una persona de la que puedas sentirte orgulloso, jamás te apegues a alguien tanto como para perder la vida o salirte de tu camino, un compañero de viaje se quedara más o menos, pero no para siempre
1 comentario
ennan -
Es lógico entonces entender que las relaciones de cualquier índole no son para siempre. Ser felíz es la consigna de la vida. Solos o con quien querramos