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Viaje a las entrañas

Literatura Universal

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¿Cómo?
Hay dos brazos ansiosos por estrecharte.
Hay dos ojos que, frenéticos, no paran de buscarte para poder observarte.
Hay dos labios secos por no poder besarte.
Hay una lengua que añora poder recorrer tu cuerpo.
Hay un corazón parado esperando que uno solo de tus besos lo vuelva a poner en marcha.
Hay un par de oídos que se niegan a escuchar nada que no sea tu voz.

Lo malo es que detrás de todo esto solo hay un imbécil que no consigue coordinar todo para hacerte feliz, eso sí, te quiere. Aunque no sea suficiente.

POETA SIN PALABRAS

Voy a romper la pluma. Ya no la necesito.
Lo que mi alma siente, yo no lo sé decir.
Persigo la palabra y sólo encuentro un grito
roto, inarticulado, que nadie quiere oír.

¡Dios mío, tú el Poeta! ¿Por qué no me concedes
la gracia de acertar a decir cosas bellas?
Dame que yo consiga -merced de las mercedes-
interpretar las flores, traducir las estrellas.

Yo escucho sus secretos. Yo entiendo su lenguaje.
No el ser sordo, el ser mudo es mi condenación.
Para mí es como un alma dolorida el paisaje
y el mundo es un sonoro y enfermo corazón.

Llevo dentro, muy dentro, palabras inefables
y el ritmo en mis oídos baila sus armonías,
mientras vagan perdidas, ciegas e inexpresables
yo no sé qué interiores, soñadas melodías.

Como un niño que tiende sus bracitos desnudos
a las cosas y quiere hablar y no sabe y llora…
así también ante ellas se abren mis labios mudos
de poeta sin palabras que el gran milagro implora.

Tú, Señor, que a los mudos ordenabas hablar,
y ellos te obedecían. Pues mi alma concibe
bellas frases sin forma, házmelas tú expresar.
Ordénale ya "Habla" al poeta que en mí vive.

Gerardo Diego

SE TODOS LOS CUENTOS

Yo no sé muchas cosas, es verdad
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
que la cuna del hombre la mecen con cuentos...
Que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos...
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos...
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos...
Y que el miedo del hombre
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas es verdad.
Pero me han dormido con todos los cuentos...
Y sé todos los cuentos.

Leon Felipe

PALABRAS PARA JULIA

(José Agustín Goytisolo)

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante un muro ciego.

Te sentirás acorralada
te sentiras perdida y sola
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en tí como ahora pienso.

Un hombre sólo una mujer
así tomados de uno en uno
son como polvo no son nada.

Pero cuando yo te hablo a tí
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otros hombres.

Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en tí como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname no sé decirte
nada más pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en tí como ahora pienso.

Como el viento de poniente

[.........]
De niño no me gustaban los libros ni las sotanas
ni salir en procesión,
era tan desobediente como el viento de poniente,
revoltoso y juguetón,
en vez de mirar pal cielo
me puse a medir el suelo que me tocaba de andar,
y nunca seguí al rebaño,
porque ni el pastor ni el amo eran gente de fiar,

[.........]

siempre fui esa oveja negra
que supo esquivar las piedras que le tiraban a dar,
y entre más pasan los años
más me aparto del rebaño porque no sé adonde va
[..........]

MAREA - Como el viento de poniente

Siento que te estoy perdiendo

[Cancionero de Luis Eduardo Aute]

Desde hace algún tiempo te siento distinta,
no sé qué será pero no eres la misma,
observo en tus ojos miradas
que esquivan la mía,
cansada de tanto buscar tus pupilas
pidiendo respuestas a cada por qué,
pero adivino en ti
algo que empieza a huir
y no quiero entender
cuando un presentimiento no crea razón,
sólo infunde terror.

Siento que te estoy perdiendo...
perdiéndote.

Y con monosílabos adormecidos
pretendes decir que dialogas conmigo,
tus gestos son más elocuentes,
al menos son signos
de tu indiferencia por todo lo mío
y más si mi afán es hacerte feliz;
qué fue lo que pasó,
dónde estuvo el error
que no pude impedir
aunque sé que no es fácil decir la verdad
no la digas jamás.

Mis labios no encuentran tu beso oportuno,
ni encuentra mi cuerpo en tu cuerpo refugio,
tan sólo pasivo abandono,
distante desnudo
que entregas como algo que no fuera
tuyo,
dejándote hacer en ausente actitud;
qué mortal desazón
es hacerte el amor
cuando ya no eres tú.
No quisiera saber, cuando sueles llorar,
en qué brazos estás.

El Dolce Stil Novo

En el siglo XIII se sucediero tres escuelas en Italia, la escuela Toscaza, Siciliana, Y “Dolce stil Novo”, Su pecursor es Guinizzelli, y los representantes, Guido Cavalcanti, dante, Lapo Gianni y Cino da Pistoia.
Utilizan un léxico sin aspereces, de elaborada musicalidad, capaz de expresar la idealización, la alabanza, la melancolía, el dolor, el sentido de la muerte y el miedo amoroso.

--Siento que en el corazón llora el alma, y su pena hace llorar a mis ojos, diciendo: “Ay de mi! ¿Nunca pensé que ésta fuera de tanta valía! Por ella veo el rostro del amor mucho más cruel de lo que vi nunca, que, como afligido, me dice: “¿Qué haces dentro de esta persona que se muere?” delante de mis ojos abre un libro en el que leo los sufrimientos que dejan ver, claro, la muerte ajena. Después me dice: “desdichada, mira dónde está ya nuestra sentencia escrita, por la gran belleza de está cruel dama.” (Cino da Pistoia)—