Y me tumbo en el suelo observando el techo de la habitación, y pienso en mi vida, en cosas que duelen y cosas que no, en mi futuro, y en parte del pasado, y en el presente, en hoy precisamente, sábado, y no sé, tampoco estoy tan mal, bueno, en realidad no estoy mal, las cosas salen como salen, desgraciadamente hay muchas que se nos escapan de las manos. sabes? últimamente sueño demasiado, hacia mucho tiempo que no lo hacia, me ayuda a pensar en una vida mejor, me ayuda a mantener una sonrisa que a veces desaparece frente al espejo. A veces no son sueños, a veces son visiones, como antes, veo el futuro pasar por mi mente, intuyo algo y me hace sentir feliz, porque sé que al fin y al cabo, todo saldrá bien, yo haré que todo sea así, perfecto en su imperfección. Es difícil comprender la verdad, es difícil superarla, pero la vida sigue y el mundo gira, el sol sale y se esconde cada día, por mucho que duela la oscuridad, por mucho que nos ciegue el sol, las cosas son como son. Si, y en la soledad de esta habitación comprendo muchas cosas, como la propia soledad y esos tristes 15 minutos que me matan y hacen que mis lagrimas salgan a borbotones, esos 15 minutos que no puedo evitar de mi día, y que quisiera borrarlos y resurgen de la nada cada vez que la agonía abraza mis entrañas. Lo siento por sentirme a veces una fracasada, lo siento de verdad, en mi vida siempre me han exigido mucho, demasiado, y no puedo evitar exigirme todo y más, tengo que ser perfecta, no equivocarme, conseguirlo todo, y ver como se me escapan las cosas de las manos y hago todo lo posible para que no me frustra, me descoloca y me dan ganas de martillearme la cabeza diciendo, que coño hago mal, y hay veces que no es mi culpa, pero aún así sigo torturándome... la verdad que soy medio tonta, no sé cuando aprenderé...
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