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Viaje a las entrañas

Rosa de cristal

Esta noche es más oscura de lo habitual, las estrellas parece que se olvidaron de brillar y la luna se esconde tras una espesa nube. Hace frió, el viento golpea con fuerza en las ventanas, y ni el fuego de la hoguera consigue que la niña deje de tiritar. Parece que duerme, y aún así no deja de llorar. Mis brazos se sienten inútiles porque ni el balancear, ni el cantar de mis labios, la hacen descansar. Que soñara mi princesa, le pregunto mientras q beso su frente, porque tus lagrimas queman y el corazón entristece? Acaricio su rostro, y cuanto más la abrazo, más llora, pero porque? Q pena es la que perturba tu sueño? Mi niña... Solo se escucha el rugido del viento gritando, chillando bajo la noche turbia. Sola en la casa, frente un fuego que recuerda al mismo infierno, y una pena en el alma que no logro descifrar. Se mueve, se retuerce, mientras llora sin cesar, una pena, un sueño marchito la hace desfallecer. Mi princesa, la susurro mientras la abrazo contra mi pecho, mi niña, no llores más, te cuidare, pero no llores más, que mi alma va con cada lagrima que derramas, q la tristeza golpea mi pecho para q la deje entrar, mi niña, yo te cuidare, pero no llores más, mi princesa...

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Me dijeron las estrellas que hoy no vendrían, y la luna solloza tras un manto de oscuridad. Ni las hadas, ni los duendes aparecerían, perecen de tristeza porque ella muere. Mama, ella muere, y no puedo evitar q mis lagrimas broten y broten sin cesar cuando la veo marchitarse. Y allí se encuentra, iluminada ante una temible oscuridad, oscuridad que la abraza, que la mata a cada segundo. Triste flor y triste destino es el que te espera pequeña rosa de cristal, confundiste la vida con los sueños y la realidad te cegó los ojos cayendo en el vacío. Tus pétalos ennegrecidos luchan por seguir alzándose al cielo, pero como cenizas desvanecen dejándote desnuda. Donde quedo ya ese color vivo de tus ojos? Eres rojo pasión de tu cuerpo? Solo quedan unas lagrimas que arrastran con ellas esperanzas y sueños. Y mueres, y luchas intentando mantenerte de pie, desnuda, solo tu cuerpo ante un frío helado que te recuerda que la muerte te acecha. Gritas, pero ya ningún sonido puede articular tu boca, solo cabe llorar, solo quedara eso, una lagrima de cristal perdida en la noche, un recuerdo de tu brillo, de tu alma q aún vaga buscando consuelo, un recuerdo que se extingue con el tiempo.

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