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Viaje a las entrañas

accidentes circunstanciales

Llevo dos días sin poder escribir, y no porqué no quisiera, sino porque llegaba de trabajar y no podía ni moverme, y no exagero, de verdad, últimamente mi cuerpo va bastante mal, no hay articulación en mi cuerpo que no me duela, no era capaz ni de escribir, pues sí, el lunes iré al medico para que me dé la mala noticia.
Estos días estoy bien y estoy mal, demasiados altibajos, pero como ya he dicho, mi día va de puta madre hasta que llegan las 10 y estoy sola en casa, cuando no puedo hablar con nadie, ni desahogarme, ni pedir opinión, pero bueno, ya aparecerá alguien con él que poder hablar. Hoy he visto a un amigo que fue un amorcito de la infancia, es un cielo, me ha regalado un cd con la dedicatoria “a la más guapa”, que mono jejeje, hemos hablado un ratín, y me ha estado contando algún problema que tiene, me quedé de piedra… Tiene un problema en el corazón, y mañana mismo podría pararse y no volver a funcionar, vive sabiendo que quizá hoy será el último, y aún así, con la poca frialdad que puede, lo acepta y sigue viviendo, trabajando, viendo la tele, sale con sus amigos, y sabe que él piso que está pagando, quizá nunca llegue a ser suyo… En días como hoy te das cuenta de lo insignificantes que somos, que con un golpe del destino ya dejarías de tener futuro, de tener vida, que solo somos accidentes circunstanciales y que mañana, podría coger un barco y desaparecer de aquí. Hay tantas razones para no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, que complicado nos resulta admitir las responsabilidades hoy y no mañana, cuanto nos cuesta decir lo que sientes a la personas que amas, o simplemente decir que les quieres ha tus seres queridos. Yo siempre intento decir lo que siento a cada momento, la he cagado bastantes veces por apurar hasta el último suspiro, y no volverá a pasar. Quiero dar las gracias a dos personas que me ha ayudado muchísimo, que sin ellos, ahora estaría muerta seguro. A mi madre, que es un amor, la mejor madre del mundo, y a mi padre postizo, que es mi amigo más fiel, y la persona que más me ha querido en el mundo, el que me ha dado todo sin pedirme nada a cambio, gracias a vosotros merece la pena el mundo en el que vivo, y sabiendo que estáis a mi lado, camino más tranquila. Gracias por no hacerme daño, y lo siento por el daño que pude causar. Os quiero.

Un beso Carlos, y gracias

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